Cómo Superar la Traición de tu Pareja
Si estás aquí es porque tu pareja te ha traicionado, o te traicionó hace tiempo y no lo superas. Pasa el tiempo y no avanzas, incluso puede que vayas a peor. En cambio, ves que él (o ella) sigue su vida como si nada, posiblemente con una nueva persona a la que mostró poco tiempo después de acabar vuestra relación y con la que probablemente estaba antes de que rompierais.
Te cuesta creer lo que estás viviendo. Es un shock ver que la persona a la que quisiste tanto y con la que pasaste momentos tan bonitos (especialmente al inicio), te haya hecho tanto daño sin importarle nada. Te haya tirado como a un trapo, sin compasión. Te haya traicionado de esta forma.
Aunque por otra parte, es posible que en el fondo de tu corazón, no te extrañe del todo porque hace ya tiempo que no te trataba bien o estaba ausente. Hace tiempo que te devaluaba, ninguneaba, despreciaba o se enfadaba por cualquier cosa. O dejaba de hablarte, desaparecía, llegaba tarde, etc… Pero estos episodios se intercalaban con momentos normales, e incluso buenos, en los que parecía que no había pasado nada, que en el fondo te quería, que realmente le importabas. (También puede que no sea la primera traición o que no sea vuestra primera ruptura.)
Todo esto te generaba confusión, porque parecía que fuera dos personas diferentes, y frustración porque la historia se repetía y no cambiaba. Y cada vez te sentías peor. Ahora a la confusión se añaden la decepción y el enfado por la traición.
Además, puede que de vez en cuando se comunique contigo como si no hubiera pasado nada, o que quiera tener una relación de amistad. Lo cual te confunde todavía más, y puede que te genere esperanzas.
En el fondo, sientes muchísima tristeza porque le quisiste mucho (e incluso puede que sigas sintiendo algo por él, a pesar de lo que te ha hecho). Le cuidaste, pusiste de tu parte, hiciste todo lo posible porque la relación funcionara, aunque a veces tus reacciones no fueran las mejores, y puede que te culpes por ello y pienses que si hubieras actuado de otra forma, o hubieras sido de otra manera, esto no estaría pasando. No se habría cansado de ti.
Estás obsesionada (u obsesionado) con tu expareja. No te la puedes quitar de la cabeza. Quieres avanzar y olvidarla, pero no puedes evitar querer saber de su vida, investigar en redes, preguntar, enterarte de qué hace, con quién, etc… Necesitas saberlo, pero luego te sientes peor porque la traición es enorme. Te enfadas muchísimo por lo que te ha hecho, te sientes despreciada, no valorada…(o despreciado y no valorado, si eres un hombre). Ves que su forma de actuar te muestra a una persona que no merece la pena, pero en el fondo sientes un vínculo muy fuerte hacia él o ella. Además, puede que te compares con la persona con la que está y eso te haga sentir muy mal, que no vales, que no vas a poder vivir sin tu expareja.
Estás muy enfadada, pero a la vez triste, vacía, sola, deprimida, cansada, sin energía, confundida. Te sientes humillada. (Lo mismo si eres un hombre). No puedes dormir, puede que tengas ansiedad… Puedes pensar que eres débil, o que hay algo malo en ti y que no vas a poder recuperarte de esto. Tienes miedo de quedarte así, o de que dure demasiado tiempo, porque es muy doloroso y duro.
También es posible que te sientas sola e incomprendida por las personas cercanas a ti porque no entienden que te cueste tanto olvidarle, o porque hay cosas que no saben ya que te da vergüenza contar, o porque tienen una buena opinión de tu expareja y piensan que es una ruptura más.
Lo que no sabes es que todo esto es la reacción normal, de una persona normal, con una mente normal, ante un hecho totalmente anormal, que es que la persona que se supone que te quiere, te haga daño. Es decir, es la reacción normal de una persona normal ante el trauma de traición.
Por lo tanto, tú no tienes ningún problema, ni eres defectuosa (o defectuoso), ni vales poco… el problema es que en esta sociedad está normalizada la traición, se banaliza, no se conocen los efectos en la persona que es traicionada, y la dificultad que éstos presentan para superar este tipo de rupturas.
Conocer el trauma de traición y lo que implica, así como sanarlo, es fundamental para la recuperación de una ruptura de este tipo (además de un buen acompañamiento en el proceso de duelo, la reconstrucción o creación de una buena autoestima y un plan de vida).
Por esto, te quiero dar información que te pueda ayudar a superar esta situación.
CLAVES PARA SUPERAR UNA RUPTURA DE PAREJA CON TRAICIÓN
Lo primero de todo es evitar el contacto con tu pareja. Cueste lo que cueste. Esto es muy importante porque cada vez que tienes contacto con él o ella, el contador de la recuperación retrocede poniéndose prácticamente a cero, perdiendo lo avanzado.
Lo ideal sería contacto cero. Esto es no saber nada de él o ella, decir a las personas que le conocen que no te cuenten nada, bloquear redes sociales, número de teléfono, etc… no recibir ningún tipo de información (si le va bien, si le va mal, lo que hace, lo que no hace, con quién está, etc…).
Si tenéis hijos y no te queda otro remedio que tener contacto, que sea el mínimo y por escrito (mejor por email), aplicando la técnica de la piedra gris. Resumiendo, esta técnica consiste en contestar de forma muy escueta al tema que haya que tratar relativo a los hijos, sin reaccionar emocionalmente en ningún aspecto. Si tu expareja saca otros temas u otros argumentos, no contestar (no “entrar al trapo”). Referirte sólo al tema que hay que tratar y no salirte de allí. Se puede profundizar más, pero espero que esta información te sirva de pequeña guía introductoria a esta técnica.
Haz una lista de los horrores. Esta lista consiste en escribir, en una libreta, todas las situaciones de devaluación, denigración, mentiras, ninguneo, silencios, abandono, dar de lado, etc… es decir, todas las situaciones de maltrato psicológico o emocional (en algunos casos puede haber maltrato físico, pero es en los menos).
Lleva esta lista contigo para que puedas acudir a ella y leerla cada vez que flaquees, que recuerdes los momentos bonitos y te aferres a ellos impidiéndote avanzar, cada vez que te sientas mal por haber sido abandonada o abandonado por otra persona, cada vez que fantasees con la posibilidad de volver, cada vez que se ponga en contacto contigo, etc… e incluso si quiere volver.
Esto te ayudará a recordar la parte cruda de la realidad de tu relación, porque después de este tipo de ruptura, es normal que tiendas a olvidar lo malo y sólo recordar lo bueno, ralentizando tu recuperación.
Ten en cuenta sólo los hechos, no lo que te decía o te dice. Decir algo y hacer lo contrario no tiene valor. Pedir perdón y no cambiar no sirve de nada. La realidad de una relación la muestran los hechos, no las palabras. Esto te ayudará a reconocer la realidad de tu relación, por muy dolorosa que sea, y facilitará que te puedas desvincular emocionalmente de tu expareja.
Durante todo el proceso, permítete sentir las emociones sin bloquearlas. Simplemente siente, “consume” la emoción sin tener miedo al dolor.
Cuando una relación que te importa se rompe, es como si un árbol precioso que tenías en tu jardín, se rompe y se convierte en un montón de leña. La emoción por “consumir” es como ese montón de leña que tienes que quemar. Mientras quemas la leña (mientras sientes la emoción), la emoción duele pero queda menos montón de leña por quemar (menos emoción por consumir). Y llega un momento en el que ya has sentido todo el enfado que tenías que sentir, toda la tristeza que tenías que sentir, etc… y llega la calma.
En cambio, si evitas sentir las emociones porque te dan miedo o te duelen demasiado, el montón de leña sigue allí, pendiente de ser quemado, por lo que no avanzas en el proceso de duelo.
Por otra parte, mientras “consumas” la emoción, mientras la sientas, evita “echar gasolina al fuego”. Es decir, evita “rebozarte” en los pensamientos que te vengan. Sé consciente de ellos, sé consciente de lo que verdaderamente te duele, siéntelo y date cuenta si puedes hacer algo con eso: comprender, aprender, asumir, cambiar algo, hacer algo…
Además, es fundamental que sanes el trauma de traición que has sufrido en esta relación (lo que llamamos en terapia, las heridas). Mientras el trauma no se sane, las emociones y pensamientos asociados a él siguen activos dentro de ti, y te impiden avanzar aunque racionalmente sepas que esa relación no era buena para ti.
También es importante que te des cuenta si alguien muy cercano te ha traicionado antes o es la primera vez que vives esto. Date cuenta si tuviste relaciones conflictivas con tus padres o estuvieron ausentes, por las razones que sean.
Te comento esto porque en la mayoría de las ocasiones en las que se vive un trauma de traición siendo adulto, también ha habido trauma en el pasado (normalmente en la infancia por parte de las figuras principales de apego: padre o madre). Es posible haber sufrido maltrato psicológico o emocional, o la ausencia física o emocional de alguno de ellos (o de los dos).
En este caso, es muy importante sanar ese trauma de origen para que deje de condicionarte y hacerte vulnerable a relaciones con personas que te puedan volver a hacer daño.
Sanar el trauma de origen es sanar a tu niña o niño interior. Si la terapia sólo se queda en comprender, aceptar, perdonar y avanzar, sin haber sanado esa parte tuya, tu parte adulta se queda “tranquila” pero en tu niña interior siguen latentes las emociones y los pensamientos grabados en las situaciones traumáticas de origen, de forma que te van a seguir condicionando y la historia se va a repetir de una u otra forma.
Por ej., si de niña se te quedó grabado un “no importo” a nivel inconsciente, ese “no importo” va a guionizar tu vida mientras no lo hagas consciente. Lo mismo con “no me quieren”, “no valgo”, “no puedo”, “no soy suficiente”, etc… y pasa lo mismo con las emociones que pudiste sentir en momentos de trauma original (tristeza, ansiedad, miedo…).
Para ello, la herramienta que recomiendo, por ser la más efectiva para hacer consciente lo inconsciente a todos los niveles (emocional, mental, físico…), es la regresión SIN hipnosis.
En la regresión SIN hipnosis, el vehículo que nos lleva a la situación original es la emoción. Todos tenemos esta capacidad, que es la capacidad de sentir lo que estamos sintiendo ahora (tristeza, miedo, ansiedad, etc…). No es nada raro, ni difícil. De hecho, cuando estás recordando algo agradable y te viene una sonrisa y sientes alegría, estás en regresión. Y cuando recuerdas un hecho desagradable y sientes la tristeza de esa situación, estás en regresión.
Por último, elige compañía y actividades que supongan un “entorno seguro” para ti, ya que estás en una situación de vulnerabilidad. Da igual que sean pocas personas, pero que sean de confianza y sanas emocionalmente. Que estar con ellas no te haga sentir peor.
No te escapes en brazos de la primera persona que pase para calmar el dolor de tus heridas, ni hagas cosas por hacer que no tienen que ver contigo, ni con tus intereses. Elígete a ti y a lo que te interesa, elige lo que te nutre y te da paz. Aunque aún no puedas sentir alegría, puedes elegir la paz.
EL TIEMPO NO LO CURA TODO
Como ves, superar una ruptura en la que ha habido traición, no consiste simplemente en que pase el tiempo. Hay más cosas y por ello, puedes pensar que llevar a cabo esto sola o solo, e difícil, y no te falta razón.
Por eso, si puedes, te recomiendo que acudas a un buen profesional que te sostenga y te guíe en el proceso de duelo, y que te acompañe en un trabajo profundo de sanación del trauma de traición, entre otras heridas que puedan surgir. En ese caso, si quieres que sea yo ese profesional, puedes contactar conmigo.- Te enseñaré cómo abordar las emociones para que puedas avanzar en las etapas del duelo sin quedarte atascada y llegues, paso a paso, a tener paz interior. Para ello, te daré herramientas y recursos de Inteligencia Emocional.
- Te ayudaré a salir de la confusión que sientes aportando información sobre Relaciones Tóxicas o de Maltrato Psicológico y Emocional (según sea el caso), y aclarando las dudas que tengas en este sentido. De esta forma, podrás comprender y responder a tantas preguntas que te rondan sobre ti, sobre tu expareja, sobre la relación, sobre lo que pasó, sobre lo que no pasó, sobre lo que pudiste hacer, sobre lo que no, sobre lo que hizo, por qué lo hizo, etc… así obtendrás claridad para poder salir de la obsesión, dejando atrás el vínculo que te mantiene atrapada en el pasado sin poder avanzar.
- Te acompañaré en Regresiones para sanar la herida de traición por esta relación, así como las heridas del pasado que puedan tener que ver con esta experiencia, por haberte condicionado, de alguna manera, a tener una relación de pareja con alguien que te ha hecho daño y te ha traicionado. Así:
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- Desactivarás ese condicionamiento para que, a partir de entonces, elijas tú y no el trauma (tus heridas), evitando repetir patrones e historias complicadas.
- Esto también te ayudará a “desactivar” las reacciones inadecuadas que posiblemente tienes ante ciertas situaciones, y que no te gustan.
- Tendrás más paz interior porque las emociones y pensamientos que tienes ahora enquistados y latentes a nivel inconsciente, se “desactivan” al hacerlos conscientes.
- De esta forma, saldrá una mejor versión de ti misma, libre del condicionamiento emocional y mental que se trabaje en las regresiones.
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- Te ayudaré a recuperar tu autoestima, o a crearla si no la has tenido antes, así como a tener una nueva vida llena de contenido que te nutra, te dé paz y alegría, por ti misma. Luego, si se da el caso, podrás compartirla con alguien, o no. Pero primero es importante estar bien contigo misma y con tu vida. Para ello utilizaré herramientas de Sistémico, Coaching y PNL (Programación Neurolingüística).